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Sociólogos entran en pánico al darse cuenta que no aportan nada al cambio social discutiendo de los problemas en un café

México.-  Muy emocionada se encontraba la comunidad de sociólogos de todo México luego de que el día de ayer un descendiente directo del filósofo “Max Weber” ofreciera una conferencia de prensa en la Ciudad de México. Sin embargo su alegría pronto se tornó en un martirio al quedar decepcionados con la plática del ponente.

El problema sucedió cuando el familiar de Weber contestó una pregunta que desalentó e hizo entrar en pánico al 99% de los asistentes, quienes no se imaginaron que la contestación decepcionaría sus reflexiones filosóficas.

¿Qué debe hacer un buen sociólogo para ayudar a la sociedad? Fue la pregunta de Xochilt, una chica en contra de usar desodorante por ser un producto capitalista y cuyo nombre real es “Nicole Navarrete Peña”, pero que prefiere usar el seudónimo mexicano para demostrar su ayuda a las indígenas.

“He tratado con muchos sociólogos y solo muy pocos aportan algo relevante a la sociedad ¿Sabes porque? Porque en vez de discutir por horas los temas políticos y quejándose en un café, con unas chelas o fumando marihuana sobre el comportamiento de la sociedad, realmente salieron a tratar de cambiar lo que no les gustaba”. Mencionó el orador.

Inmediatamente se escuchó una rechifla por parte de la mayoría de los asistentes quienes no  bajaron al ponente de “materialista y maldito consumista” tachándolo además de “animal izquierdista”.

Sin embargo pocas horas después, cientos de asistentes que se reunieron después de la conferencia para fumar mota y filosofar en el piso del cuarto de uno de sus compañeros, admitieron sentirse apenados ya que dudan si realmente las largas horas de plática que invirtieron en los cafés discutiendo unos con otros sobre la porquería que es la sociedad definitivamente no ayudaron en nada a cambiar la historia de México.

En la conferencia el familiar de Weber también recalcó que saludar a los migrantes de lejitos cuando van en el tren, tomarle fotos a niños indígenas para ponerlas de foto de portada en el Facebook o quejarse porque las mamás prefieren comprarle una Barbie a sus hijas en vez de una muñeca María, no cuenta para decir que están aportando algo al mundo.

“Además, si entras a estudiar sociología odiando a la sociedad ¿Quién crees que tiene el principal problema?, recalcó el ponente, quien inmediatamente después tuvo que salir del recinto por la cantidad de latas de envases vacíos de Tonayán que le aventaban.

En el cuarto donde continuaron por horas meditando los sociólogos,  también se trataron temas como “la maldita guerra contra el narcotráfico”, cuestión que duró en discusión por horas mientras fumaban decenas de cigarrillos de marihuana.

Margarita (una chica cuyo nombre sí es real), dijo que el orador había estado mal y que era intolerante, y que ella podía tolerar todo, menos la intolerancia y que eso le parecía tan extremadamente intolerante que no podía tolerarlo.

Además, varios coincidieron que los poemas trágico/sarcástico donde engloban los problemas sociales a manera de sátira que promueven en su muro de Face, son suficiente para hacer recapacitar a los demás, y dejaron en claro que solo “los malditos cerdos comunistas de mente cerrada” no los entienden o no toman en cuenta. Argumentaron también que compartir ligas de noticias de lo dañada que esta la sociedad es una gran labor para aportar su granito de arena y sensibilizar a la sociedad.

Finalmente uno de los jóvenes pegó en su perfil de Facebook “no seas víctima de las malditas empresas capitalistas que mantienen al pueblo como obrero y solo enriquecen a la burguesía”, mientras se cooperaba para ir por mas chelas al Oxxo, lugar donde acostumbran comprar el alcohol porque está más barato y siempre hay promociones.

Por: Omar Ariel Cortes

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