1.- Estas harto de tener que seguir mostrando tu credencial del INE: hace ya varios años que dejaste de ser menor de edad, pero aún sigues sufriendo la irritante situación de que los del Oxxo, cadeneros del antro u otros lugares te pidan la INE.
Lo peor es que justo cuando no llevas tu identificación comienza la típica mirada del cajero o cadenero del antro, viéndote una y otra vez hasta que finalmente te lanza la frase “me permites tu credencial”, y entonces tienes que rogarle como si todavía fueras el adolescente que hace mucho dejaste de ser.
2.- Tener que identificarte con la gente que conoces como si fueras delincuente: cuando le dices a alguien que acabas de conocer tu edad, lo común es que no te crean y no te pidan, te exijan identificarte como si fueras un delincuente y ellos agentes del FBI. Esto no se convierte en un halago y menos si todavía tienes que escuchar 1 hora seguida “es que te ves más chico bla blablá bla”
3.- A ti no te parece raro que la gente te vea menor… a ti se te hace extraño que alguien se vea más acabado: “lo raro para otros es que tú te veas menor, pero para ti lo extraño es que gente de tu generación se vea 10, 15 o hasta 20 años más vieja de lo que es. No puedes creer que una mujer que tiene 28 años literalmente ya tiene cuerpo de doña de 45, o que un hombre ya esté completamente pelón cuando apenas pasa los 30.
4.- Como la gente te ve, te trata: no importa que ya hace años hayas dejado la adolescencia, la gente te seguirá tratando como un chamaco(a) pendejito solo porque te ves así. Incluso será común que algunos que te ganan solo por uno o dos años pero te digan “hijo”, y no te den un trato respeto aunque ya tengas el mismo colmillo que ellos por la edad.
5.- El momento incomodo en que intenta ligarte una persona que podría ser tu hijo(a): no hay nada más incómodo que llegue un o una adolescente de 15 o 16 años y te quiera ligar pensando que solo le ganas por 3 años, cuando en realidad ya podrías ser su padre (si la hubieras tenido cuando ibas en secundaria, pero igual ya puedes ser su papá).
6.- Que los chavos crean que “estas en su onda”: los niños de 15 o 17 se sienten malotes, grandotes y experimentados, creen ser maduros y solo terminan haciendo el ridículo. Lo paradójico es que los adolescentes de ahora piensen que tú los entiendes porque creen que “más o menos eres de su generación”, cuando hace años dejaste esa etapa y solo te causan irritación lo ñoños que se comportan.
7.- Que siempre te pregunten “cuál es tu secreto”: la principal razón de los traga años es su genética, así que por más que alguien intente parecer menor si por su herencia comenzarán a tener la piel arrugada desde los 25, o quedarse calvos empezando los 26, no podrán verse más chicos así hagan mil esfuerzos (a menos que tengan el dinero para operarse). Por supuesto fumar 20 cigarros al día o ponerse borracho como teporocho diario tampoco ayuda a nadie.
8.- Que andes con alguien que incluso es menor que tú, pero a tu pareja le digan que es un “asalta cunas”: es común que en una relación donde incluso tu eres mayor, le recriminen a tu pareja que “es un asaltacunas por haberse ligado alguien menor”. Como en el punto anterior resulta halagador una o dos veces, pero ya más de 200 comienza a cansar.
Por: Omar Ariel Cortes
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