México.- En entrevista para hablar sobre su vida después de finalizar su programa “En familia con Chabelo” que duró 300 años al aire, el conductor Isabelo señaló “estar más tranquilo” ya que actualmente disfruta de las cosas normales de la vida.
Chabelo menciona que aunque ha vivido milenios, su programa duró tanto al aire que se le olvidó lo que era realizar actividades cotidianas, como ir de compras por “El buen fin”, cosa que no hacia desde el año 1250 D.C. cuando en una de esas promociones compró “El calendario azteca original” a un precio muy bajo por estar en rebaja:
“Muchos creen que cuando estaba en mi programa solo iba los domingos, pero la realidad es que toda me ocupaba preparándolo, sobre todo me la pasaba del tingo al tango buscando premios para las catafixias, y no tenía tiempo de nada.
Fueron 300 años los que estuve conduciendo y ya se me habían olvidado cosas, como salir a comprar en El buen fin, el cual por cierto ya ahorita es una vil estafa. No hay buenas rebajas ni ofertas, y ni se diga de los productos, todos son iguales.
Antes te daban super ofertas, pero aparte de cosas exclusivas, yo por ejemplo en el año 1250 tuve la fortuna de adquirir el calendario azteca original, también conocido como la piedra del sol, que indicaba de una forma exacta los movimientos de los astros, incluso los mostraba mucho más precisos que los calendarios actuales”, relató.
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Isabelo menciona que fue precisamente en un Buen Fin donde adquirió esta piedra, que luego se convirtió en una reliquia sagrada:
“Me acuerdo que a mi se me antojaba tenerla para colgarla en mi choza, pero costaba carísima cuates. Pero luego llegó El buen fin y hubo un descuentazo, finalmente la compré por la rebaja, esas si eran ofertas, no ahorita que ya todas las ofertas son en pantallas que se echan a perder a los 7 años. Hace siglos si había ofertas chidas, no las cochinadas de ahorita”, relató.
El conductor menciona que cuando se mudo de casa la piedra le estorbaba, y fue por eso que decidió donarla a un museo: “muchos historiadores me fregaban que querían estudiarla y ya me tenían harto, finalmente me mudé y ya mejor la regalé a un museo, total, con la oferta del Buen Fin me salió casi regalada”, confesó.
El inmortal menciona que no solo El buen fin ha cambiado: antes todo era diferente, la vida era mejor, la gente no era tan avara y se vivía más a gusto. Ni modo, no puedo regresar los siglos y cada época tiene cosas bonitas, supongo que dentro 10.000 años más le contaré a mis tatarararararararararararararararararararararrarararararara nietos como era el 2017, y recordaré solo las cosas buenas”, puntualizó.
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Por: Omar Ariel Cortes, idea de: Adán Mariscal Romero