México.- Para los que estan relacionados con el área del periodismo, tal vez la frase “un medio o reportero es chayotero o recibe chayote” es un término entendible ya que es una expresión que se relaciona con el género periodístico, sin embargo, para la mayoría de la población que no está involucrada en esa área resulta un poco confuso saber que quiere decir exactamente.
La respuesta es fácil: chayote = a soborno, por lo que un periodista o medio “chayotero o que recibe chayote” es alguien que prostituye periodísticamente y recibe dinero o favores a cambio de hablar bien de una persona o medio, o usar su poder de comunicación para desprestigiar a alguien.
El Chayote puede ser recibido de alguna persona u empresa poderosa, aunque es común que el soborno lo de el propio gobierno.
¿Te has preguntado porque la mayoría de los periódicos siguen en circulación cuando incluso la impresión y distribución de los ejemplares lejos de darles ganancias les produciría perdidas, ya que cada vez son menos las personas que compran un periódico impreso, y ni de chiste vivirían con las visitas de sus portales?
Eso es porque el 99% de los periódicos de todo el país se mantiene del chayote: el gobierno en turno patrocina la impresión, distribución y gran parte del salario de los trabajadores, y por supuesto el editor o dueño se lleva una gran tajada por seguir lamiéndole las patas y empinándose a la persona que le da chayote.
Pero, ¿de dónde surge esta bonita expresión?, la respuesta se traslada a la época del presidente Gustavo Díaz Ordaz: cuenta la leyenda que el mandatario mandaba llamar cada 15 días o cada mes a los dueños y editores de los periódicos más famosos, así como a los periodistas más reconocidos, para que pasarán a Los Pinos a recibir un jugoso bono (soborno) por seguir hablando bien de él, callar cosas que no le convenía, o desprestigiar a sus oponentes.
Según los testigos de la época, dentro de Los Pinos había un hermoso y enorme árbol de chayotes que era tan espectacular que daba cientos de estas verduras.
Las legumbres caían por montones y eran tantas que para no desperdiciar tan jugosas verduras, cuando los periodistas iban por su soborno también se les obsequiaban varias bolsas de chayotes, así los comunicadores salían con su buen dinerito y sus deliciosos chayotes, y fue así como nació dicha expresión.
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Cabe aclarar que son muy pocos los medios que no aceptan chayote y viven de otros patrocinios. Los editores de la revista “Proceso” por ejemplo aseguran que ellos solo reciben ingresos de la venta de las revistas.
Tal vez es difícil que un medio no pueda vivir del chayote pero tampoco es imposible, por lo que quienes lo aceptan son solo gente ambiciosa y avara que desea tener fortuna a cambio de vender su línea editorial.
Tal vez sería menos denigrante que los dueños de esos periódicos y portales prostituyeran su cuerpo en vez de su ética periodística, pero seguramente estan bien pinches culeros y nadie los contrataría para acostarse con ellos, por lo que no les queda de otra que prostituir su línea editorial.
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Por: Omar Ariel Cortes
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