México. Horas de júbilo y alegría viven los alumnos, personal docente y directivos de la Universidad del Valle de México (UVM), luego de que un grupo de científicos de la institución realizarán la hazaña más importante en la historia de la escuela, al lograr crear “una taza que al romperse nadie se va para su casa”, mencionando que con esto evitarán que la gente tenga que despedirse obligatoriamente si una taza se rompe por error, o tengan que desperdiciar miles de tazas rompiéndolas para lograr que alguien se retire.
Santi Huppenkothen De la Vega de Monroy, un alumno de ingeniera de un campus de la CDMX y líder de la investigación, comenta que invirtieron más de $30 millones de pesos en crear el novedoso utensilio:
“Tuve que convencer a mi pa´ de que me diera $3 millones porque obvio la UVM es buena escuela pero no iba a poner todo el presupuesto, y teníamos que invertir de nuestro bolsillo si queríamos hacer esta investigación.
Todos creen que lo de ya se rompió una taza y cada quien para su casa es un simple dicho de nacos, ¡pero no!, hicimos una investigación exhaustiva: tipo que nos fuimos a los Starbucks, plazas públicas, gyms, y hasta antros, y rompimos tazas enfrente de toda la gente, y por alguna razón sentían la necesidad de retirarse a sus casas.
De hecho este fue uno de los principales problemas por los que tardamos tanto en realizar la investigación (más de 2 años), porque al momento de romper la taza para ver como reaccionaba la gente, también a los integrantes del equipo nos daban muchas ganas de irnos a nuestras casas, y nunca lográbamos quedarnos para seguir trabajando.
Teníamos que encontrar la taza que al romperse no provocara que la gente se fuera para su casa, fue duro, pero hoy está aquí pap´s, la mega Taza Santi, lista para romperse sin que nadie se vaya a sus hogares”, comentó orgulloso.
El joven menciona que el utensilio tiene un costo de $20 mil pesos ya que está hecho con un material que al momento de romperse encapsula la energía que provoca que la gente quiera irse a su casa:
“Hicimos cintos de hipótesis y mi ma´ que va al yoga y a sus reuniones espiritistas me dijo que considerara la vibra y energía de las cosas y la gente. Y yo así de ma´ estás loca, eso no existe.
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Pero estábamos desesperados que no hallábamos una explicación científica que al final nos basamos en eso de las energías y astros, y cuál fue mi sorpresa que era verdad. La espiritista y gurú de mi ma´ me dijo que había una especie de porcelana africana que encapsula la energía, pero me dijo que era muy cara.
Mandamos traer una gran cantidad e hicimos la taza, y cual fue siendo nuestra sorpresa que al romperse nadie sintió ganas de irse. Realmente era la energía lo que provoca que nos retiráramos cuando una taza se rompía, pero una taza echa con este material encapsula y elimina esas ganas”, comentó emocionado al imaginar cuantos millones ganará con su invento.
Los jóvenes esperan encontrar un material más barato para hacer el producto y vendérselo “a la prole”: “pues ya fuimos con varios chamanes y brujas de allá de por La Lagunilla y esas colonias, para ver si pueden hacer que la energía se encapsule pero de un modo más económico. La verdad a los ricos les importa romper tazas para irse a su casa, pero a los pobres si les preocupa porque no pueden estar desperdiciando dinero. Pero es obvio que no pueden pagar $20 mil pesos por una taza, o sea, eso es lo que ganan en un año. Confiamos en los brujos que harán un conjuro y haremos tacitas más económicas, incluso las podemos vender en la Comer o Aurrera, o esos lugares de pobres”, puntualizó.
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Por: Omar Ariel Cortes, idea de: Iván Varguez