México.- Gran tristeza y decepción experimentó la periodista y -según ella- “médico general”, Lolita Ayala, luego de que acudiera a comer con un grupo de amigos a un restaurant, y se arreglara pensando que le tenían una sorpresa muy especial para felicitarla “por su día”, el día del médico.
Según comenta un conocido, Lolita llegó muy emocionada al lugar y al ver que no había globos, pastel, ni nada alusivo a un festejo, puso una cara como de entre “enojada y triste”, pensando que sus compañeros le tenían una sorpresa reservada para felicitarla por ser el día del médico, cosa que finalmente no sucedió:
“Todos creen que Lolita tuvo una vida color de rosa, pocos saben que ella en realidad no acabo ni la preparatoria porque desde chica tuvo que trabajar para ayudar a sus padres con los gastos.
Comenzó desde muy joven como reportera en Televisa, en aquel tiempo no se necesitaba estudiar para ser comunicador así que Ayala inició desde abajo en el mundo del periodismo. Poco a poco fue escalando de nivel hasta llegar a ser conductora principal, la realidad es que se metió de periodista por necesidad y se quedó con ganas de estudiar su verdadera pasión: la medicina”, comentaron.
Los amigos mencionan que Dolores estaba tan obsesionada con ser doctora, que convenció a los ejecutivos de comenzar a dar consultas masivas en televisión con las capsulas “información que cura”: “no podía sacarse la espinita de ser médico pero ya era muy tarde, desesperada intentó combinar la medicina con el periodismo, y fue por eso que creó su sección donde literalmente se convirtió en una de las charlatanas médicas más grandes de México, ya que recomendaba a diestra y siniestra medicamentos sin receta para todo tipo de males; desde remedios para las agruras hasta sus famosas cremas para los hongos de las uñas”, relataron.
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Los amigos comentan que después de una hora de hablar en el restaurant y ver que no la felicitaban, Lolita decidió mostrar su descontento:
-¿Saben que se celebra hoy?, preguntó Dolores molesta
-“Mmmm no, ¿qué?”, cuestionó un amigo
-“Es el día del médico”, contestó Lolita seria, pero emocionada porque recibiría su felicitación.
-“Ajá, ¿y?”, dijo otra amiga.
-“¡El día del médico, de los que recetan medicinas, como yo en mi programa”, replicó enojada
-“Si, ¿y que tiene?, nadie de nosotros es médico”, mencionó un camarada.
-¿Nadie de aquí es médico?, ¡¿nadie?!, ¡¡¿acaso no fui yo la que te recomendó el Genoma Labs para el dolor de tus articulaciones?!!. Suponía que me tenían envidia, pero no pensé que fuera tanta como para no felicitarme en mi día y fingir que la labor que realizo como especialista no vale nada”, comentó llorando mientras aventaba la comida y se iba.
Según varios testigos, la presentadora se salió corriendo a un parque a llorar, y la vieron sacar una bata blanca de su bolsa, prenda que carga a todos lados y que le recuerda sus sueños frustrados:
“A veces la vemos afuera de los aparadores de ropa para médicos admirando las las batas blancas, o se pone a seguir a escondidas por toda la ciudad a estudiantes de medicina. Incluso ha donado anónimamente millones de pesos en becas a jóvenes que quieren ser médicos y no tienen dinero, para que no pasen lo que ella vivió”, comentó un testigo.
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Por: Omar Ariel Cortes
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