-Octavo semestre de la carrera: El universitario le echa todas las ganas a las prácticas profesionales y se deja negrear pensando que “se va a quedar a laborar en la empresa” y que hará un trabajo espectacular, sin embargo al final lo ponen de “YVM” (ve y traime esto, ve y traime (sic) lo otro). No lo contratan como pensaba porque el siguiente semestre llegan nuevos estudiantes igual de ilusionados que él, los cuales también trabajarán gratis.
-Inmediatamente después de egresar: El ex universitario se mete a “OCC” y “Compu Trabajo” a buscar empleo (solo que ahora en la sección de “trabajos de tiempo completo” en vez de “prácticas”). Su primer empleo es muy parecido al de las prácticas con la diferencia de que le pagan (menos del salario mínimo, pero le pagan). El egresado sube 1000 fotos a Facebook en su oficina para presumirle a todos su nuevo y primer empleo “formal”.
-6 meses después de egresar: El ex universitario se cansa y decide buscar un trabajo “mejor y en donde le paguen más”, sin embargo termina en otra empresa exactamente igual. Él y sus ex compañeros se van rolando de compañías y todos terminan trabajando en los mismos lugares (se repite el ciclo entre 2 y 3 veces más).
-2 años después de egresar: El egresado decide “probar suerte” y poner un negocio propio. El negocio fracasa. Su familia y amigos (incluso gente que esta peor que él) le empiezan a decir que “se deje de payasadas” y comience a buscar un trabajo con estabilidad laboral.
-2 años y medio después: Acepta un trabajo horrible (donde se siente asfixiado) “para ganar experiencia”, En este ciclo llega a aguantar 1 o 2 años. Se percata que sus compañeros de trabajo son infelices pero fingen vivir una vida plena porque tienen prestaciones, le da un miedo terrible terminar así por lo que decide renunciar.
-4 años y medio después: sigue soportando las presiones de sus padres y amigos (que tienen un trabajo estable pero están amargados) de buscar un empleo con IMSS, Afore, aguinaldo, etc. La personas hace caso omiso hasta que ya no tiene para comer, por lo que decide “buscar un trabajo que mas o menos le guste” en lo que ahorra algo.
-5 años después: el sujeto es infeliz pero se ha acostumbrado al trabajo (ya personalizó su cubículo). Comienza a tener dinero el cual gasta el fin de semana (ya que entre semana se la pasa 10 horas en la oficina). Analiza su situación y se compara con gente desempleada y llega a la conclusión que “igual no esta tan mal su situación”.
-6 años después de egresar: La persona se ha acostumbrado a tener una estabilidad económica y poco a poco va abandonando sus sueños de ser un famoso rockero o un visionario director de cine.
-8 años después: El individuo embaraza a su novia “por error” así que deciden juntar sus puntos de INFONAVIT para formar un hogar. Sabe que no hay marcha atrás y deberá esforzarse para que su hijo no sufra carencias. Incluso agradece tener IMSS ya que así su mujer tuvo un lugar “seguro” para aliviarse.
-10 años después: El sujeto ya está en su fase final de transformación godínez. Está conforme con tener un trabajo estable (el cual odiaba al principio pero con el que ya aprendió a lidiar). La persona pone todas sus esperanzas en su hijo para que sea “lo que él no pudo ser” y asegura que lo educará “para que se convierta en todo un triunfador”.
-11 años después: El egresado ya olvidó por completo los sueños que tenía (igual todavía conserva un vago recuerdo). Su vida ahora se resume en tuppers con comida, oficina de 10 am a 8 pm de lunes a sábado, prestaciones, aguinaldo, una semana de vacaciones al año (más un día adicional por cada 12 meses), etc. El alguna vez universitario con ilusiones ahora esta totalmente transformado en una de las tantas variedades Godínez que existen (todas mías, matado, papá Godínez, Godínez amargado, huevón, chicharachero, etc.)
Por: Omar Ariel Cortes
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