1.- Chairo: Acuden a marchas 3 veces al año y el resto del tiempo se la pasan pisteando o drogándose mientras “crean estrategias” para iniciar una revolución. Cuando se van a manifestar invierten solo 4 horas del día y las otras 20 restantes las usan para irse a festejar “que gracias a ellos el país ya está despertando”.
Revolucionario real: Organizan su tiempo para intentar hacer algo que realmente cambie su entorno (por más mínimo que sea), solo que nadie se entera porque no lo presumen en Facebook ni en las pedas a las que van.
2.- Chairo: Pueden tardar hasta 8 años en salir de la universidad ya que su institución se convierte en su zona de confort. Son los primeros en inmiscuirse en asuntos universitarios para que todos crean que en un futuro “serán los nuevos Zapata que derrocarán al gobierno con su valentía». Se la pasan criticando a todos los egresados que no han hecho nada por cambiar el país, y aseguran que cuando ellos salgan serán igual de guerrilleros que en la universidad.
Revolucionario real: Estudia lo que realmente quiere y si se atrasa en egresar es por huevón o porque realmente reprobó una materia (no lo hace adrede para no salir).
3.- Chairo: Hace la ardua labor de crear una revolución en Facebook por las amenazas que sufre “su amigo” el que sí está haciendo algo. Se cree tan revolucionario que asegura que “el gobierno ya lo tiene fichado” porque -según él- lo han visto en las 3 marchas a las que ha acudido (cuando en realidad el gobierno ni lo pela).
Revolucionario real: Investiga, crea movimientos y realiza juicios críticos al grado de que el gobierno comienza a ubicarlo y llega a amenazarlo (y en el peor de los casos, a asesinarlo).
4.- Chairo: Van a ranchos a “convivir” con gente de escasos recursos pero solo lo hacen para “darse baños de pueblo” (usan a estas personas como si fueran objetos para sacarse selfies y presumirlas en Face). Acuden a comunidades y “ayudan” 3 horas y el resto del día lo usan para ponerse pedos o drogarse. Son capaces de sacarles bebidas gratis a los lugareños bajo el argumento de que “quieren emborracharse con pulque u otra bebida típica de la región” (cuando en realidad lo hacen para no gastar ni un solo peso de su bolsillo).
Revolucionario real: Van a comunidades a ayudar porque saben que esa gente es vulnerable. NADIE SE ENTERA QUE VAN PORQUE NO LO PRESUMEN EN FACE
5.- Chairo: La lógica de un chairo siempre será “mi deber es sensibilizar con mi arte o intelecto, el resto de la sociedad es la que debe ayudar” (yo no ayudo porque estoy muy ocupado sensibilizando al mundo con mis fotografías, reportajes o compartiendo estados en Face)”.
Revolucionario real: Ayudan y si la gente se entera que lo están haciendo no es porque quisieron presumirlo, es porque alguno de sus amigos chairos les tomo fotos para subirlas a Facebook (y que sus conocidos crean que son igual de bondadosos).
6.- Chairo: Le toman fotos a niños pobres o indígenas (o los miran con nostalgia) pero NUNCA LOS AYUDAN (no están dispuestos a sacrificar una borrachera o su paquete de mota para brindar un apoyo). Aseguran que no los amparan “porque ellos tampoco tienen dinero”, pero lo que en realidad quieren decir es “solo tengo lo justo para comprar mi vicio, así que no te puedo socorrer”.
Revolucionario real: Son capaces de hacer un sacrificio de vez en cuando para apoyar. Están conscientes que no siempre podrán ayudar y cuando lo hacen nadie se entera PORQUE NO LO PRESUMEN EN FACE.
7.- Chairo: Se meten a estudiar una carrea de ciencias sociales o filosofía para justificar que no ayudarán porque ellos tendrán la ardua labor de abrirle los ojos a la población diseñando diagnósticos y estrategias (que parecen hechas con las patas). Si alguna vez llegan a ayudar se toman 1000 fotos con la persona que socorrieron y comparten las imágenes todo el mes en sus redes sociales.
Revolucionario real: Saben que no hay que ser científico social para ayudar a cambiar el entorno. Se meten a estudiar la carrera que quieren, no una para sentirse filántropos.
8.- Chairo: Aseguran percibir a los indígenas, migrantes, niños de la calle y demás gente vulnerable como “personas luchonas y superiores” pero en realidad los tratan “como gente con las que deben bajar su nivel de intelectualidad para lograr comunicarse”. Creen que llamando “bandita” a la gente vulnerable ya son incluyentes, cuando en realidad solo demuestran que son capaces de ponerle estereotípicos a las personas para satisfacer sus propios intereses.
Revolucionario real: No necesitan tratar de simpatizar con nadie (y mucho menos de manera mustia y desesperada), solo les interesa ayudar.
9.- Chairo: No aceptan que es imposible vivir fuera del capitalismo y están obsesionados con que todos los vean como “personas intelectualmente superiores que de vez en cuando llegan a sucumbir ante el encanto burgués” (yendo a comer a McDonald´s o por las chelas al Oxxo).
Revolucionario real: No se anda con payasadas de sentirse mal por comer en una franquicia o comprar un producto importado porque sabe que viviendo en una ciudad o pueblo urbanizado es imposible escapar del capitalismo.
Por: Omar Ariel Cortes