México.- En conferencia de prensa el rector de la UNAM, Enrique Luis Graue, reveló a los medios que a partir del próximo año las universidades autónomas, tecnológicas y técnicas de todo el país podrán expulsar a aquellos estudiantes que se descubra que no toman Tonayán en las fiestas, o no le agarren el gusto al sabor de dicha bebida considerada como el “elixir de los Dioses”.
Enrique mencionó que según varias investigaciones, un joven que no toma Tonayán en las fiestas “es un alumno que no siente verdadera vocación por estudiar una carrera universitaria”, por lo que las instituciones podrán expulsarlo para darle su lugar a un alumno que si desee realmente terminar una ingeniería o licenciatura:
“Existen muchos jóvenes que ingresan a una carrera no por gusto, sino porque sienten la presión familiar o social por estar dentro de la universidad, esto provoca que no den el 100% de su desempeño, y le quiten el lugar a personas que realmente si deseaban estudiar.
Hace décadas la UNAM mandó diseñar una estrategia para determinar de una forma contundente quiénes eran los alumnos que realmente no quieren estudiar, y terminarán desertando al cuarto o quinto semestre.
No basta con aplicar exámenes psicométricos, debemos saber quiénes son los alumnos que no tiene vocación para darle su lugar a quienes si desean tener un espacio dentro de la universidad y le echarán todas las ganas para egresar.
Contratamos a un grupo de expertos, y tras meses de estudios sorpresivamente revelaron que había una forma eficaz de saber quiénes no serían los alumnos comprometidos, señalando que aquellos que no le agarran el gusto al sabor del licor Tonayán antes del segundo semestre serán los universitarios que en realidad están dentro de la institución por compromiso o presión, y no por voluntad propia”, relató.
Luis asegura que aunque podría parecer algo incoherente, los estudiantes que toman Tonayán son los que realmente están en las universidad por convicción: “el 95% de los alumnos que toman Tonayán en las fiestas llegan a sus clases borrachos o crudos… pero llegan. Es decir, demuestran una pasión desenfrenada por ir a la escuela en las condiciones que sean.
Por supuesto, al ser estudihambres no les queda más remedio más que brindar con este licor. Sin embargo lo importante no es si bridan con Tonayán o Champagne, lo que cuenta es que crudos, borrachos, sobrios o desmayados, demuestran su pasión yendo a clases aun en el estado más lamentable, algo que los que están estudiando por presión no tienen.
Estudios hechos en Francia, Alemania, Honduras y otros países, arrojaron que 9 de cada 10 alumnos que toma Tonayán de alguna u otra manera terminarán la carrera, mientras que solo 1 de cada 20 que no bebe este licor se gradúa. Eso quiere decir que 19 de cada 20 que no se pone borracho con aguas locas termina desertando de la universidad antes del tercer semestre.
Muchos podrán estar en desacuerdo, pero solo un verdadero estudihambre que lucha por sacar su carrera adelante le agarra el gusto a esta bebida, y es por eso que la usaremos como medición para determinar a que alumno debemos expulsar.
Ya es un hecho, a partir del 2018 los directores de todas las facultades podrán expulsar a aquellos alumnos que antes de finalizar el segundo semestre no le hayan agarrado el gusto Tonayán, para darle su lugar a quienes si deseen ser verdaderos estudiantes universitarios, y disfruten de unas buenas aguas locas”, puntualizó.
Por: Omar Ariel Cortes
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