México.- Javier Aragonés, un español de 33 años radicado en México, logró cumplir el sueño de millones de fanáticos del futbol alrededor del mundo: controlar a los jugadores gritándoles lo que tienen que hacer a través del televisor.
Javier es uno de los miles de millones de apasionados que se convierten en Directores Técnicos cuando juega su equipo, ordenándoles las jugadas que tienen que realizar gritándole a la TV, sin embargo nadie en el mundo había logrado cumplir la hazaña de manipularlos telepáticamente.
Amigos de Aragonés afirman que Javier se reunió con ellos en un bar para ver un partido de futbol, y como cualquier fanático comenzó a darles ordenes (a los futbolistas del equipo que apoyaba) cual experto en el tema: ¡corre, a la izquierda, muévete, de remate, centro, regresa, vete, haz el 4!, fueron las expresiones que Aragonés les gritaba enfadado mientras se molestaba más porque no le hacían caso.
“Sin embargo, de repente todo cambió, los jugadores comenzaron a hacer los movimientos que Javier les ordenaba, nos quedamos perplejos. Aragonés fue el más sorprendido, así que para cerciorarnos que no se trataba de un error le pedimos que les ordenará en voz alta ciertas acciones, con sorpresa nos dimos cuenta que efectivamente los jugadores hacían lo que les pedía, era como si pudiera controlar sus mentes y piernas a través de la televisión”.
Rápidamente la voz se corrió en el bar y todos los clientes se juntaron para animar a Javier quien se había convertido en un abrir y cerrar de ojos en el Director Técnico del equipo, lo que generó gran controversia.
La sensación del suceso se vio opacada porque prácticamente Javier -con sus órdenes- hizo perder a sus jugadores, demostrándole a sus conocidos que no es tan bueno como él quería hacerles creer.
“Solo esperamos que con la selección mexicana no suceda algo similar y alguno de los pseudo Directores Técnicos que hay en el país no obtenga el poder de controlar a los jugadores, porque entonces ya valimos ma$#&”, comentó Miguel “El Piojo” Herrera.
Por: Omar Ariel Cortes