8 tipos de maestros universitarios que no pueden faltar en los exámenes finales

1.- La amarga que te hace ir hasta el último día de clase: es una maestra que supuestamente solo va a hacer su trabajo y no a simpatizar con sus alumnos pero su única alegría en la vida es convivir con los estudiantes porque no tiene a nadie. Todos los demás profesores te adelantan los exámenes para que puedas salir de vacaciones una o hasta dos semanas antes pero ella (solo para fastidiar) agenda la fecha exactamente el último día para que no te puedas ir. Finge ser dura y sin sentimientos, pero tiene una vida tan miserable que incluso reprueba a sus alumnos  solo para que vayan a su cubículo a rogarle y así tenga un poco de compañía.

 

 2.- El barco que ya sabes que te pasará: es el típico maestro que le pedía a sus alumnos permiso para faltar en vez de que ellos lo hicieran. Si bien te fue te dio 10 clases al semestre ya que tiene otro trabajo y solo está de docente para ganar más dinero (no le importan su faceta de profesor). Si se llega a poner mamón (cosa que seguramente no sucederá) te pondrá una calificación de 8, aunque es casi un 99.99% seguro que pasarás con 9 o 10 su materia.

 

3.- La que te da una última oportunidad, pero te hace sufrir: es una maestra con la que huevoneaste todos los meses y al final creías que por ser buena onda te pasaría. Al final accede a no reprobarte pero solo si le entregas todos los trabajos que le debes (y sabes que no bromea). Es por eso que 3 días antes de la entrega final te la vives sin dormir y sudando sangre por terminarlos (y lo peor es que todavía tienes el descaro de hacerte el mártir y poner en tu Facebook que estas sufriendo por tanto trabajar, cuando en realidad estás así de presionado porque te la pasaste de huevón todo el semestre).

 

4.- El que nunca dio clase pero al final se quiere hacer el estricto: es un maestro que faltó la mitad del semestre, cuando iba solo se la pasaba contando chistes, nunca explicó bien lo que enseñaba porque ni el mismo entendía, y siempre se mostró amable. Sin embargo en los examen finales se la quiere dar de “muy recto y profesional” y le exige a sus alumnos una serie de trabajos extensos o pone un examen dificilísimo. Hace eso solo porque ya lo tienen en la cuerda floja por huevón y quiere demostrarle al director “que si le echa ganas a su trabajo y eso se refleja en los trabajos finales tan rigurosos que exige”.

 

5.- El que te reprueba sin justificación: es un maestro al cual parecía que le daba igual tu existencia pero al final resulta que te reprueba sin justificación. Intentas darle vueltas y -sin sentir que eres paranoico- llegas a la conclusión de que la única razón por la que te puso el pie es porque simplemente no le simpatizabas. Lo más seguro es que si te pasará en el primer examen extraordinario que hagas, pero ya clavó su puñal y evitó que te puedas graduar por promedio, por poner un ejemplo.

 

6.- El que te pone excelente calificación y no sabes ni porque: contrario al maestro anterior, este es un profesor que no sabías que le caías bien hasta que al final te enteras que pasaste con 9 o 10 su materia cuando estabas seguro de que si bien te iba sacarías un 6.  Por supuesto se convierte en tu nuevo ídolo y también se gana tu simpatía de inmediato.

7.– Al que le mandas cualquier cosa y sabes que no lo revisará: es un profesor similar al barco pero no tan descarado, te exige que le entregues algún trabajo pero solo como mero protocolo (todos le pueden enviar el mismo copy-paste con tipografía diferente y no se dará cuenta porque ni los lee). Solo pide que le manden o entregues trabajos para tener un registro ante el director de que “si está trabajando” y no lo vayan a correr.

8.- El buena onda que solo hace un examen por protocolo: es un maestro que solo sigue el protocolo de poner un examen final pero quiere que todos pasen con 10 y por eso sus preguntas son extremadamente sencillas. Incluso durante el examen es capaz de decirte las respuestas, o tú puedes estar buscando de manera descarada y sin disimular las respuestas en Google desde tu celular (o hasta desde tu laptop) y él solo se hace de la vista gorda.

 

Por: Omar Ariel Cortes

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