México.- Gran asombró y rabia causó entre sus conocidos “El Sábanas”, un estudiante de treceavo semestre de la Facultad de Filosofía, al revelar en una fiesta que “fuma mota solo porque le gusta le gusta ponerse pacheco y ya”, y no por los “beneficios y propiedades que la planta tiene”, como argumentan la mayoría de sus compañeros marihuanos.
Según varios testigos, El Sabanas mantuvo su postura estando drogado y en sus 5 sentidos, cosa que hizo enojar a sus amigos, quienes se molestaron argumentándole que la gente comenzaría a verlos como unos simples adictos, y no como seres intelectualmente superiores por fumar mota:
“El Sábanas comenzó diciendo que a diferencia de otros pachecos, él admite que solo fuma porque le gusta enajenarse de la realidad y relajarse, señalando que no entiende porque sus compañeros ponen 1000 pretextos para justificar su adicción, como que consumen mota porque te permite tener un nivel intelectual más elevado, o porque solo la gente más interesante e intelectual fuma marihuana.
Aceptó que como el 99.9% de los drogadictos, él comenzó a fumar en su adolescencia por moda y para sentirse malote y grandote, y ya luego se dio cuenta que podía justificar su adicción diciendo que la mota te da una percepción más analítica y critica de la vida, y por eso la consumía, cuando solo lo hace porque le gusta estar drogado y ya”, comentó un testigo.
El Sabanas además confesó que sus compañeros marihuanos aseguran ser más liberales que el resto de la población, sin embargo esto es mentira, comenzando porque les da pena aceptar su realidad:
“Ellos aseguran estar en otro nivel y por eso no les importa lo que la sociedad diga de ellos, sin embargo tiene un miedo terrible de aceptar que fuman solo para ponerse pachecos y ya.
Cuando mis compañeros están marihuanos se sienten los dueños del mundo y los seres más creativos del planeta, sin embargo lo único que hacen es estar arrumbados en un sillón riéndose de la nada, y pensando que están cambiando el mundo al tener una visión más extraordinaria de las cosas.
Yo no fumo porque los grandes intelectuales lo hacen, ni porque me dé una visión más crítica, o porque crea que estoy en otro nivel cognoscitivo más arriba que las demás personas. Yo fumo porque me gusta relajarme y la sensación de estar pacheco, y cuando se me pasa el efecto no creo que cambié al mundo en lo más mínimo.
Mucho menos fumo porque defienda los beneficios curativos de la mota, ya que yo nunca la he consumido para aliviarme una dolencia o curarme de una enfermedad, yo fumo por fumar y ya, no hay más ciencia”, puntualizó ante la molestia de sus compañeros que lo tacharon de “inculto y con un sentido poco analítico y crítico de la vida”.
Por: Omar Ariel Cortes