Se va de intercambio a Europa y regresa sintiendo que México le queda chico

México.- Judith Pedroza es una joven estudiante de la Universidad Autónoma de su ciudad que experimenta uno de los momentos más tristes de su existencia luego de que tuviera que regresar a México tras haber estado 5 meses de intercambio en España.

Judith menciona que tras vivir y conocer diversos países del viejo continente se dio cuenta de que “su lugar en la vida simplemente esta allá” ya que aquí no se halla “porque todos son nacos, no tienen cultura y porque México es un país tercermundista”.

Pedroza reconoce que antes de irse a España amaba a México, pero estando allá se dio cuenta de que era conformista ya que “lo suyo” es tener una vida glamourosa y chic como la que se vive en la Unión Europea:

“Definitivamente uno no sabe lo que quiere hasta que lo conoce y lo encuentra. Desde que pisé tierras españolas sentí una conexión muy especial con dicho país, como si en realidad yo fuera europea. Desde que llegué fui muy bien recibida por la alta aristocracia española, además conocí personas de otras nacionalidades. No es por menospreciar a los mexicanos pero aquí todos están bien feitos, durante mi estancia en España me ligué a puro europeo guapísimo ya que allá todos parecen modelos. Yo amo a Europa y Europa me ama a mi, nunca pensé que en otro continente encontraría la plenitud como persona”, dijo.

Según amigas de la joven, Judith no solo regresó odiando al país, sino además retornó sintiendo millonaria: “ella se siente de un nivel económico superior por haberse ido a España, parece que se le olvido que los gatos del viaje y hospedaje no los pagó ella sino la escuela. Pedroza siente que pertenece a la alta aristocracia porque estuvo 5 meses viviendo en otro continente, ahora hasta tacha de gatos y pobretones a quienes no han salido del país”, comentó una compañera.

La chica confiesa que cada que se despierta le da tristeza despertar en tierras aztecas después de haber vivido en un país de primer mundo:

“Me da tristeza darme cuenta de que vivo en un país tercermundista, donde el transporte público es horrible, las calles están todas descuidadas, la calidad académica es pésima. Por ponerte un ejemplo; allá mis compañeros acostumbran tomar vino y comer queso en las fiestas, aquí no salen de su caguama y sus Paquetaxos, así todo naco”

“Lo que me molesta no es el hecho de que tomen algo más barato, sino el hecho de que no tienen gustos refinados ni son cultos. Yo me adapté muy bien a la vida europea y las personas de dicho continente me recibieron muy bien porque mi estilo de vida esta a su nivel, sinceramente aquí no soy feliz, en cuanto pueda regresare a España o un país vecino, hice muchos amigos y ellos me darán hospedaje en lo que me acomodo y encuentro trabajo”, puntualizó

 

Por: Omar Ariel Cortes

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