México.- Raúl González, un homofóbico declarado de 23 años, ha entrado en una crisis emocional al percatarse que su vida no es de incumbencia para la comunidad gay del mundo, el machín también ha entrado en depresión al percatarse que los homosexuales no lo ven con ojos de deseo como él pensaba y además ni siquiera saben que existe.
Contrario a lo se creía por ser homofóbico, Raúl se molestó porque en una fiesta (que lo invitó uno de sus únicos 2 amigos) en donde acudieron varios gays, pasó totalmente desapercibido para estas personas:
“Estos weyes acosan a todos los hombres, eso es lo que más me molesta de ellos, como soy hombre me van a tirar la onda, que ni se atrevan”, mencionó Raúl una y otra vez mientras decenas de gays pasaban junto a su persona sin notarlo.
Frustrado por no comprobar su teoría de que lo asediarían como si fuera un rockstar solo por ser hombre, Raúl fue el que decidió llamar la atención de dichos individuos: “este tipo pasaba a nuestro lado constantemente y se susurraba algo a él mismo, también se nos quedaba viendo como si quisiera que le prestáramos atención, es algo extraño. Yo solo me percate que existía porque no nos quitó la vista toda la noche, parecía que nos quería asaltar”, confesó un homosexual.
Al percatarse que ponerse junto a ellos no era suficiente para que lo acosaran, el joven le gritó a uno de los homosexuales “¡maricón!”, hecho que provocó que por fin notaran su existencia: “pase junto a esta persona y la volteé a ver unos segundos para no tropezar con ella, eso fue suficiente para que me dijera maricón, la verdad me dio igual, ni me acuerdo de su cara”, dijo el joven agredido.
Al término de la fiesta y ante el fracaso de que los gays no lo pelaron y no logró ligar con alguna chica, Raúl regresó a la soledad de su casa a seguir investigando en internet sobre la vida de los demás mientras sus amigos se fueron a seguirla a un after con sus respectivas novias y amistades.
Por: Omar Ariel Cortes
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